Oración de abril 2024: Una historia labrada con el corazón
Introducción
Hoy, como ayer, miramos a San Benito Menni; “Una Historia labrada con corazón”. En él la vocación de Hospitalidad es un regalo precioso que nos compromete con las personas más vulnerables de nuestro tiempo: ancianos, personas con enfermedad mental, discapacidad…nos suplican “Si quieres, puedes ayudarme…” Estamos ante el itinerario samaritano con los destinatarios de nuestra misión.
Es Jesús, el Buen Pastor, quien nos lanza a agradecer y a pedir por los “obreros” que estamos en su campo y por los que están para venir, a decirles ¡Qué bueno es caminar contigo”! Nos unimos a toda la Iglesia y Congregación a pedir por las vocaciones en este momento de oración en el que nos encontramos con el Señor cara a cara.
La vocación es una invitación que el Señor nos hace a cada uno a implicarnos en el camino que Él nos ofrece. Es seguir su llamada y correr el riesgo de enfrentarnos a un desafío desconocido; dejar todo lo que nos puede mantener amarrados a nuestra pequeña barca, impidiéndonos tomar una decisión definitiva y lanzarnos. Pedimos la gracia de la audacia que nos impulse con fuerza a descubrir el proyecto que Dios tiene para cada uno de nosotros y para toda nuestra Congregación.
¡Oh Señor! Mi Señor. Qué grandeza la de tu amor, qué sorpresa te fijaras en mí y en tantas otras personas; nos llamaras a ser testigos vivos de tu amor misericordioso, a seguir tus huellas con una vida agradecida, sencilla, complicada y a contracorriente…fraguada en la fe.
El reflejo de tu luz
Salomé Arricibita
ver acordes
Quiero ser mañana que descubre el alba
rompiendo el silencio, rompiendo el silencio
que promete vida que despierta y cuida
cuanto va creciendo, cuanto va creciendo
quiero ser el día que llena sus horas de amigos y besos
quiero ser corazón que nunca permita sentirse muy lejos
sentirse muy lejos
Quiero amar desde siempre, amar desde dentro,
amar sin fronteras, amar sin fronteras
caminar por tus huellas, sin atajos ni cuerdas
que aseguren la senda, que aseguren la senda
quiero reflejar la luz que me llega de Ti y que sea sangre en mis venas
dando luz al dolor, y calor al amor, llenando mi vida entera
llenando mi vida entera
QUIERO SER LA LUNA REFLEJANDO EL SOL
CON SU CARA OCULTA, CON SU LUZ VELADA
CON SU PLENA LUZ, CON SU PLENA LUZ
QUIERO SER ABRAZO QUIERO SER ESPACIO PARA DAR CALOR
QUIERO SER CAMINO, QUIERO SER TESTIGO
Y REFLEJAR TU AMOR (bis)
Quiero ser color que pinta la vida
regalando luz prestada, regalando luz prestada
inundando rincones donde sólo llega
la luz reflejada, la luz reflejada
quiero ser el aire que reponga fuerzas en cada bocanada
permitiendo dar otro paso más hacia la esperanza
hacia la esperanza
Quiero dejar que tu luz me haga ser yo
Quiero dejar que mi luz refleje tu amor
Quiero que seas en mí lo que soñó tu corazón
Quiero aprender a vivir ... ser testigo de tu voz
QUIERO SER LA LUNA REFLEJANDO EL SOL
CON SU CARA OCULTA, CON SU LUZ VELADA
O CON SU PLENA LUZ
QUIERO SER ABRAZO QUIERO SER ESPACIO PARA DAR CALOR
QUIERO SER CAMINO, QUIERO SER TESTIGO
Y REFLEJAR TU AMOR (bis)
Recuérdame
Antífona: “Hospitalidad, Hospitalidad, hoy como ayer y siempre”
Recuérdame siempre que tengo que vivir.
Recuérdame que estoy de paso por la vida y que tengo que poner todo de mí para que valga la pena vivirla.
Recuérdame que tengo que dejar huellas, y que sean buenas, para que sirvan a los otros de ejemplo.
Recuérdame que el amor y el servicio a los
demás es el mejor regalo que puedo hacerme a mí mismo.
Recuérdame que no he de mirar las cosas, la vida con corazón pequeño y mezquino, sino abrirme al mundo con un corazón sin fronteras como el tuyo.
Recuérdame cada día que el enfermo, el discapacitado, el más vulnerable es el centro de la Comunidad Hospitalaria, la viva imagen de Jesús.
Recuérdame que soy limitado y que si me equivoco sepa reconocer el error y pedir perdón.
Recuérdame que no estoy solo, que el camino lo hacemos juntos y juntos, hoy como ayer y siempre narramos la HOSPITALIDAD.
Ant: “Hospitalidad, Hospitalidad, hoy como ayer y siempre”
Lectura:
Jn 10, 27-30
Mis ovejas escuchan mi voz, yo las conozco y ellas me siguen; [28] yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrancará de mi mano. [29] Mi Padre que me las ha dado es más que todos y nadie puede arrancar nada de las manos de mi Padre. [30] El Padre y yo somos uno.
Palabra de Dios.
R/ Te alabamos Señor.
Reflexión
El Papa Francisco nos dice: “Contemplando este pasaje del Evangelio, podemos entender el tipo de relación que Jesús tenía con sus discípulos: una relación basada en la ternura, en el amor, en la comprensión mutua y en la promesa de un don incomparable: “yo he venido para que las ovejas tengan Vida, y la tengan en abundancia”.
Sólo el Resucitado es el verdadero Pastor, que nos da la vida en abundancia. Animo a todos a confiar en el Señor que nos guía. Pero no solo nos guía, nos acompaña, camina con nosotros, Escuchemos con la mente y el corazón abiertos su Palabra, para alimentar nuestra fe, iluminar nuestra conciencia y seguir las enseñanzas del Evangelio.
Antífona: “Como el padre me amó, yo os he amado. Permaneced en mi amor” (bis)
El Papa Francisco nos dice: Jesús es el buen Pastor, las ovejas escuchan su voz y lo sigue… Jesús, un pastor que hablaba la lengua de su pueblo, se hacía entender, decía la verdad, las cosas de Dios: ¡no negociaba nunca las cosas de Dios! Pero las decía de tal forma que el pueblo amaba las cosas de Dios. Por eso le seguían.
¿A mí me gusta seguirle?... Que esta pregunta nos haga llegar a la oración y pedir a Dios, al Padre, que nos haga llegar cerca de Jesús para seguirle, para asombrarnos de lo que nos dice.
Los sacerdotes necesitan de nuestra oración y de nuestro apoyo, para que el Señor les de a todos el don de la santidad y de la perseverancia en su vocación.
Este domingo se celebra el Día Mundial de Oración por las vocaciones…” Toda vocación requiere un éxodo de sí mismos para centrar nuestras vidas en Cristo y en su Evangelio”: La llamada a seguir a Jesús es a la vez emocionante y desafiante. Para que se realice es necesario siempre entrar en una profunda amistad con el Señor para vivir de Él y con El”.
Antífona: “Como el padre me amó, yo os he amado. Permaneced en mi amor” (bis)
Jesús con su palabra nos invita a dar la vida por otros. Dándonos sin esperar algo a cambio. Estando allí donde haga falta una palabra y un gesto oportuno.
Hoy más que nunca hacemos nuestra la plegaria eucarística:
Danos entrañas de misericordia ante toda miseria humana, inspíranos el gesto y la palabra oportuna frente al hermano sólo y desamparado Que tu Iglesia, Señor, sea un recinto de verdad y de amor, de libertad, de justicia y paz, para que todos encuentren en ella un motivo para seguir esperando.
Regálanos, Señor, ser buenos pastores allí donde nos has puesto, acompañando al que sufre. Despiértanos y lánzanos a la aventura de tu Reino…
Antífona: “Como el padre me amó, yo os he amado. Permaneced en mi amor” (bis)
Peticiones
(Se pueden ir leyendo espontáneamente en voz alta)
Padre Nuestro
Oración final
Jesús, Buen Pastor, queremos seguir tus pasos, danos tu Espíritu, para aprender a vivir en la misericordia, recreando
“una Historia labrada con corazón”
como San Benito Menni.
Queremos compartir tu sueño de construir un mundo justo, donde exista igualdad y una fraternidad auténtica, donde haya pan y trabajo para todos
y la libertad y la generosidad
ilumine a todos los corazones.
Danos tu Espíritu, Jesús, Buen Pastor, para perseverar en nuestra búsqueda, para seguir el camino del samaritano, para buscar la verdad y la justicia,
y así hacer un Reino de paz
y de bondad para todos.
Danos tu Espíritu, Jesús, para seguirte, para imitar tu entrega,
para hacer el bien en nuestros días
y caminar con paso firme
hacia tu Reino de amor hospitalario.
Amén.
Despiértame
Ixcís (Cristóbal Fones, SJ)
Despiértame, Señor,
cada mañana
para que aprenda
de nuevo a amanecer.
Despiértame, Señor,
pon tu mirada en mi corazón
para que en todo hoy
te pueda encontrar y alabar. (x2)
encontrar y alabar.
Despiértame, despiértame
Despiértame, despiértame
Despiértame, Señor,
cada mañana
para que aprenda
de nuevo a amanecer.
Despiértame, Señor,
pon tu mirada en mi corazón
para que en todo hoy
te pueda encontrar y alabar (x2)
encontrar y alabar.
Despiértame, despiértame
Despiértame, despiértame
Testimonio:
Roberto Narvaiz
GRACIAS